Diferencias en el Procesamiento Sensorial

Con procesamiento nos referimos a la forma en la que tu cerebro piensa y reacciona ante las cosas. El procesamiento sensorial es un tipo de procesamiento, que tiene que ver con la forma en que sientes y reaccionas a las cosas que percibes con tus sentidos.

Por ejemplo: si ves una media puedes notar muchas cosas de ésta, cómo su color y su tamaño. Si la tocas, sentirás la tela, si la hueles puede que huela a sudor o a ropa limpia. ¡Eso es procesamiento sensorial!

El autismo influye en el procesamiento sensorial de muchas formas.

Tenemos cinco sentidos principales:

  • El sentido de la vista: Emplea los ojos y lo usamos para ver las cosas. Podemos notar colores, iluminación y oscuridad, formas y texturas. Podemos ver si las cosas están lejos o cerca , si se mueven rápido o lento, o qué tipo de cosas son.
  • El sentido del tacto: Emplea las manos y la piel y lo usamos para tocar las cosas. Podemos sentir la textura de algo, o saber si es pequeño o grande. Podemos sentir formas, o si algo es ligero o pesado. Podemos saber si una comida es dura o blanda.
  • El sentido del oído: Emplea los oídos y lo usamos para escuchar cosas. Podemos escuchar sonidos y saber que tan fuerte suenan, si el sonido viene de lejos o de cerca. Podemos determinar qué cosa está haciendo el ruido, y diferenciar unos ruidos de otros.
  • El sentido del olfato: Emplea nuestra nariz y es así cómo sabemos cómo huele algo. Podemos saber si algo apesta o huele bien. Podemos usarlo para diferenciar unas comidas de otras.
  • El sentido del gusto: Emplea la lengua y lo usamos para conocer el sabor de las cosas. Podemos degustar comida y saber si nos gusta o no. Podemos saber si algo es agrio, dulce, picante o salado.

Pero también existen otros sentidos, por ejemplo:

  • Presión: Utilizamos el sentido de la presión para saber si algo nos está tocando. También nos sirve para saber qué tan pesado es algo.
  • Hambre y sed: El hambre nos permite saber si hemos comido suficiente comida. Gracias a la sed podemos saber si hemos bebido suficiente líquido.
  • Dolor: Gracias al dolor sabemos si estamos lastimados o enfermos. Cuando el dolor es más fuerte significa que estamos más lastimados o más enfermos.
  • Temperatura: La temperatura nos permite saber si algo está caliente o frío.
  • Equilibrio: Usamos el equilibrio para estar de pie y caminar en línea recta.

Usamos el procesamiento sensorial para comprender lo que pasa en nuestro ambiente y en nuestros cuerpos.

Cada persona procesa sus sentidos de forma ligeramente diferente al resto, pero las personas autistas procesamos los sentidos de manera MUY distinta.

Por ejemplo: los ruidos fuertes nos pueden molestar mucho, o puede que las luces brillantes sean mucho más incómodas que las luces bajas. Puede que nos guste la textura de una comida y nos incomode mucho la textura de otra comida.

Puede que tú sientas algunas cosas de una forma demasiado fuerte, o que casi no las sientas.

Si uno de tus sentidos es demasiado fuerte puede pasar que no te permita prestar atención a ningún otro sentido, o que necesites hacer mucho esfuerzo para hacerlo.

Si uno de tus sentidos es demasiado débil puede pasar que no percibas nada con él, o que necesites hacer mucho esfuerzo para hacerlo.

Muchas personas autistas tienen sentidos que son demasiado fuertes o demasiado apagados.

Las etiquetas en la ropa pueden incomodarnos muchísimo, o puede que sintamos demasiado calor aun cuando la temperatura no está muy alta.

Puede ser que no sintamos dolor cuando nos lastimamos, o que no notemos un olor terriblemente malo.

A veces, sentimos demasiado una cosa, o demasiadas cosas a la vez, y a eso se le llama sobrecarga sensorial. Las sobrecargas sensoriales pueden hacer que nos sintamos molestos o angustiados, e incluso pueden generar un meltdown o un shutdown.

Las personas autistas podemos notar cosas que otras personas pasan por alto. Nos puede encantar la tela suave de una camisa, o las comidas de sabor fuerte.

Nuestros sentidos pueden cambiar en el día a día. La etiqueta en la camisa puede molestarnos un día, pero al día siguiente puede no ser un problema.

No hay ningún problema con sentir las cosas de formas distintas. No existe una forma correcta o incorrecta de procesar las cosas.