Algunas personas autistas son mejores que la mayoría de la gente haciendo algunas cosas específicas.
Por ejemplo, pueden saber el día de la semana de cualquier fecha pasada de cualquier año. Algunos pueden dibujar una ciudad de memoria a la perfección, o pueden hacer cálculos matemáticos complejos en su cabeza.
La mayoría de las personas autistas no somos así. Somos buenos en algunas cosas y malos en otras, pero es muy raro que seamos “los mejores” en algo.