Las personas autistas trabajan en cualquier área que te puedas imaginar. Somos científicos, investigadores, escritores, artistas y bailarines. A donde vayas, hay personas autistas, y no importa el trabajo que hagas, hay personas autistas que también hacen ese trabajo.
Acuérdate del lema “¡Nada sobre nosotros, sin nosotros!”. Si un aliado trabaja en proyectos sobre el autismo, debe asegurarse de que trabajen con personas autistas en esos proyectos. Las personas autistas deben ser siempre parte de los proyectos sobre autismo. No importa qué tipo de proyecto sea, ya que las personas autistas siempre tendrán ideas importantes que añadir.
No es suficiente con tenernos ahí sentados mientras tú haces tu proyecto. Necesitas escucharnos, asegurarte de que entendamos lo que estás haciendo, y darnos tiempo para que compartamos nuestros pensamientos. Necesitas tomarte seriamente lo que pensamos, y cambiar las partes de tu proyecto que pueden lastimarnos.
Un aliado trabaja con las personas autistas en cada paso del proyecto. Un aliado pide a las personas autistas que le ayuden a planear el proyecto y nos da oportunidades para compartir ideas a medida que avanza el proyecto.
No esperes hasta que el proyecto esté terminado para preguntarnos lo que pensamos. Si esperas hasta el final, podría ser muy tarde para cambiar cualquier cosa, así que en realidad no estarías escuchándonos.
Acá hay un ejemplo de un buen proyecto:
Camila está escribiendo un libro. Su libro tiene a una persona autista en él. Camila habla a las personas autistas sobre su libro, y les permite a las personas autistas leer el libro antes que nadie más. Las personas autistas le dicen qué partes de su libro hacen que el autismo se vea cómo algo malo. Camila cambia esas partes del libro, y les paga a las personas autistas por ayudarle.
Acá hay un ejemplo de un mal proyecto:
Mario es autista y es un autodefensor reconocido en su ciudad. Isaac no es autista, y está planeando una conferencia sobre autismo. Reúne a un grupo de personas para que le ayuden a planear la conferencia, pero todas las personas son no-autistas, excepto Mario. Mario trata de asegurarse que la conferencia sea buena para las personas autistas, pero Isaac no escucha a Mario.
La conferencia termina siendo mala para las personas autistas, pero Isaac piensa que la conferencia estuvo bien. Cuando algunas personas autistas trataron de decirle a Isaac que estuvo mal, Isaac dice, “Mario ayudó a planear la conferencia. ¡No es mi culpa que no te gustara!”